domingo, 26 de abril de 2009

Mas modelos de tapabocas

Con carcajada para que vean que no nos asustamos tan fácil
Con aroma (a escoger) para complacer a las damas que así lo pidieron
Modelo futurista
Con sabor integrado para lamerla, aquí los modelos sabor melón y piña
Para asustar a la influenza
Blindada para los políticos que temen otro tipo de ataque
Con taponcito para poder beber
Aquí vemos al joven ya bebiendo su chela con manguera
Porque ustedes lo pidieron aquí presentamos el último grito de la moda en tapabocas.

viernes, 24 de abril de 2009

Linea de tapabocas

Decorado para las fiestas (varios colores y estampados)
Con sonrisa integrada
Para los darketos
Para la novia en ese día tan especial

Para el muy paranoico

Los sencillos y tradicionales
¡Ya está aquí la nueva linea de tapabocas para la influenza! Para pedidos comunicarse con Ro

domingo, 19 de abril de 2009

La vieja que vivía en un zapato

De niño mi abuela me contaba el cuento de La vieja que vivía en un zapato, yo me imaginaba como sería vivir en uno de los mios. Parece ser que alguien decidió querer vivir como la vieja y se construyó esta casa ¿Que tal? nada de casas en forma de castillito, ni partenoncitos, no, ¡zapatote!.

domingo, 12 de abril de 2009

Regalos para semana santa

Aquí tenemos algunos regalos que seránn perfectos para esta semana santa., hay para toda la familia.La cómoda silla de Jesús para la abuelita.
El Jesús surfer para el hijo deportista
El zombie Jesus para la hija darketa

La figura de acción de Jesús para el niño

domingo, 5 de abril de 2009

Viejos tiempos


Cuando yo era pequeño siempre pasabamos la Semana Santa en el rancho que tenía mi abuelo por el Ajusco, era una casa pequeña pero tenía un par de caballos (que a mi me facinaban) y muchas gallinas y gansos. En el establo donde estaban los caballos siempre había muchas moscas y yo me pasaba cuidando que las moscas no se pararan en la cara de los animales, los caballos no creo que me lo agradecieran mucho, pero yo me sentía como si hubiera hecho una gran obra benéfica. Cuando murió mi abuelo vendieron ese rancho, pero yo en cuanto trabaje voy a juntar dinero para comprar en el Ajusco, quiero que mis hijos tengan experiencias de campo como yo las tuve. Era hermoso ver el gran campo enfrente de la casa lleno de flores amarillas en las que te podías sambullir como en un lago.